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En la segunda mitad del siglo XIX, el país comienza una etapa de crecimiento económico producto del desarrollo de tres rubros: la red de ferrocarriles, la inversión inmobiliaria y la industria frigorífica. La expansión de la red de transporte público, le permitió a una primitiva Buenos Aires crecer en todas las direcciones y multiplicar la cantidad de tierras habitables. Es así como comenzaron a ofrecerse una gran cantidad de lotes con facilidades para su compra. A su vez, surgió una corriente de ahorro interno impulsada por un mayor número de asalariados que percibían sus ingresos en papel moneda. Comenzaban a darse las condiciones para que la clase trabajadora pueda poner un pie en el primer escalón del ascenso social: la casa propia.

En ese contexto, y luego de algunos intentos por promover la actividad hipotecaria en nuestro país, el Poder ejecutivo insistió con la necesidad de crear una entidad bancaria destinada a la originación de préstamos para la compra de inmuebles. Es así como el proyecto para la creación de Banco Hipotecario fue remitido al congreso el 5 de junio de 1885 y, luego de un intenso debate parlamentario, fue sancionado el 14 de septiembre de 1886 y promulgado unos días después por el Presidente Roca. El 29 de octubre asume Juan Agustín García la presidencia del flamante banco, que abre sus puertas el 15 de noviembre de 1886.

La ley de creación de Banco Hipotecario instauró un novedoso mecanismo de ahorro y financiación: la emisión de cédulas hipotecarias. Es así como Banco Hipotecario fue autorizado a emitir títulos de renta de un valor nominal igual al de los préstamos acordados, a tasa fija y amortizables en el mismo plazo de los créditos. Las cédulas tenían como contracara las hipotecas emitidas a favor del banco, con garantía de la Nación. A diferencia de otros títulos similares, las cédulas eran al portador, lo que las convirtió rápidamente en el instrumento de inversión preferido por varias generaciones de argentinos. El Banco Hipotecario era así concebido como intermediario entre el ahorrista que busca canalizar su capital y el prestatario que demanda fondos con garantía hipotecaria.

A lo largo de su historia, Banco Hipotecario hizo posible que más de 1,7 millones de familias argentinas accedan a su primera vivienda y contribuyó a conformar el perfil arquitectónico de las ciudades más importantes del país. Con 63 sucursales ubicadas en todas las provincias del país y una sólida situación patrimonial, la actividad de Banco Hipotecario continúa marcando el devenir histórico del país. Pero por sobre todas las cosas, las historias de sucesivas generaciones de argentinos que siguen contando con un banco que los acerca al sueño de la casa propia.

Fuente: Banco Hipotecario