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En julio de 1949, Eva Duarte de Perón inauguraba la Asamblea de mujeres que fundaría el Partido Peronista Femenino (PPF). Allí, en el Teatro Cervantes, se designó a un grupo de militantes como “delegadas censistas”, recibiendo la misión de recorrer el país para organizar a las mujeres peronistas.

La fundación de un partido propio era resultado de años de lucha y construcción política y, fundamentalmente, de haber logrado la sanción de la Ley 13.010 promulgada el 23 de septiembre de 1947, por la cual las mujeres podían votar y –también- ser votadas.

En la historia al derecho al voto de la mujer sin dudas, el accionar de Eva Perón y las militantes que la acompañaban constituyen un hito fundamental. Pero, también, existieron otros factores que permitieron alcanzar este derecho. Por un lado, el contexto mundial y regional generaba condiciones favorables: en 1938, la Octava Conferencia de los Estados Americanos se había pronunciado a favor del voto de la mujer en el marco de la Declaración en favor de los Derechos de la Mujer.

Por otro lado, la larga lucha del movimiento sufragista en la Argentina -que databa de finales del siglo XIX- había promovido, entre 1911 y 1947, la presentación de 11 proyectos ante el poder legislativo con apoyo, en particular, del Partido Socialista.

El 26 de julio de 1945, meses antes de ser detenido, Juan Domingo Perón participó en un acto de la Cámara de Diputados y se declaró a favor de otorgarle el voto a la mujer. La misma posición expresó en su primer discurso como Presidente en el Congreso de la Nación, en julio de 1946.

Fue así, que en 1949 se dio un paso más: la creación de un Partido autónomo e independiente e integrado únicamente por mujeres. En el encuentro fundacional, Evita desarrolló los fundamentos de la creación de este nuevo partido político. Allí, sostuvo que las mujeres eran “doblemente víctimas en todas las injusticias” haciendo referencia al sacrificio en el hogar y a la prepotencia patronal sufrida en las fábricas donde, además, obtenían una remuneración menor a la de los varones. Desde esta concepción, el peronismo definió la justicia social y el avance de los derechos de las mujeres como dos caras de la misma moneda, dos conquistas totalmente imbricadas.

Sostenía, y consideraba que sería sumamente complicado que las mujeres sin experiencia política previa comenzaran sus primeros pasos en ese marco: debían construir su propio instrumento político. Para eso, las mujeres censistas elaboraron una verdadera red a lo largo y ancho del territorio nacional.

Adoptando este perfil, el PPF logró convocar a amplios sectores de la población femenina de los sectores populares logrando superar las resistencias sociales propias de la época. Los testimonios de las censistas y de quienes se sumaron a trabajar en las unidades básicas destacan que fueron centrales las tareas realizadas de ayuda social –en articulación constante con la Fundación Eva Perón– y los lazos afectivos creados entre ellas, además de la conducción y acompañamiento permanente de Eva Perón.

Así, resultado del surgimiento del movimiento nacional que había comenzado el 17 de octubre de 1945, en las elecciones de 1951 las mujeres ocuparon lugares en las listas peronistas, en todas las categorías.

Fue así, como en abril de 1952 las mujeres ingresaron a los recintos legislativos. Asumieron el nuevo compromiso militante abriendo nuevos caminos en la política argentina y transformándola definitivamente.

Fuente: Radio Grafica