Tres meses después de su regreso a la Argentina, Juan Domingo Perón ganaba las terceras elecciones presidenciales de su vida. En esta oportunidad conformó la fórmula con su esposa, María Estela Martínez, y ganó con el 62 por ciento de los votos, llevando la boleta del Frente Justicialista de Liberación.
El resultado marcaba el hito más alto de un año vertiginoso en el que, el 25 de mayo, los argentinos habían recuperado la democracia con las primeras elecciones sin proscriptos en más de veinte años, el líder justicialista había regresado definitivamente al país después de dieciocho años de exilio.
El 23 de septiembre de 1973 se concretaron los comicios que llevarían la fórmula Perón-Perón a la Casa Rosada tras el llamado a elecciones de Raúl Lastiri, el presidente de la Cámara de Diputados. Lastiri había quedado a cargo del país tras la renuncia de Héctor Cámpora y su vicepresidente, Vicente Solano Lima, quienes dejaron el gobierno cuando el General anunció que estaba dispuesto a volver a la presidencia de la República.
La del 23 de septiembre fue una jornada tranquila, con altísima participación ciudadana en los comicios, casi una tregua en el convulsionado clima político que vivía el país. También, aunque muchos no lo sabían, la participación de Juan Domingo Perón encerraba una decisión personal del líder que iba más allá de lo político: sabía que, dado su estado de salud, el esfuerzo y las tensiones de esa tercera presidencia a la que había aspirado probablemente le costara la vida.
Fuente: Caras y Caretas