“Aquí yace una gran luchadora contra molinos de viento”.
Nacida en Londres en 1885, Alicia Moreau llegó a la Argentina junto a sus progenitores, María Denanpont y Armand Moreau, cuando tenía tan solo cinco años. Su padre fue anarquista y víctima de una brutal persecución y represión se vieron obligados a emigrar hacia esta parte del mundo.
Fue una de las pioneras en la lucha por el voto femenino. Se autodefinió luchadora, progresista y feminista de la igualdad. Dio un salto a la vida política desde muy joven y fue capaz de transgredir el viejo sistema de valores que relegaba a las mujeres a un segundo plano.
Fundó el Ateneo de Mujeres que realizaba publicaciones de avanzada para la época. Desde sus inicios, asumió un compromiso intenso con los derechos humanos, en especial en los referidos a las mujeres. Publicó varios artículos sobre educación y política en la Revista Socialista Internacional, en la cual tenían participación revolucionarias como Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin.
En 1932, elaboró un proyecto de ley de sufragio femenino que fue presentado por el diputado socialista Mario Bravo y que obtuvo la aprobación de los diputados, pero fue rechazado en el Senado al encontrarse ampliamente dominado por los conservadores.
Fue una de las primeras feministas, en épocas en que serlo implicaba correr el riesgo de la proscripción social y de todo tipo de desventajas.
Su paradigma se cimentaba en la honradez, el trabajo y la justicia. Sentía el compromiso de contribuir a transformar las condiciones injustas de la sociedad. Para muchos historiadores, Alicia Moreau de Justo se adelantó al siglo XXI.
En 1914 se recibió de médica con diploma de honor. Fue de las primeras mujeres médicas en la Argentina y también de las primeras de América Latina especializada en enfermedades femeninas. A poco de recibirse ejerció como docente en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Hizo su residencia en ginecología en el Hospital de Clínicas y atendió a prostitutas y mujeres de bajos recursos, a contramano de lo que hacían sus pares y en concordancia con sus principios: priorizar siempre a los sectores más débiles y olvidados.
Falleció en Buenos Aires el 12 de mayo de 1986, a los 100 años.
Fuente: cultura.gob.ar