El ansiado retorno de Perón al gobierno, que había consumido luchas, golpes de Estado, negociaciones y tratativas por años desde su caída, en septiembre de 1955 –con los distintos poderes de facto y “constitucionales” que se sucedieron desde entonces–, finalmente se concretó el 23 de septiembre de 1973, con el impactante triunfo electoral de la fórmula Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón, candidatos a presidente y vicepresidenta de la Nación por el Frente Justicialista de Liberación (Frejuli). Esta coalición abarcaba una amplia franja del espectro político, integrada por los partidos Justicialista, Movimiento de Integración y Desarrollo, Movimiento Socialista de Liberación Nacional, Conservador Popular, Popular Cristiano, Encuentro Nacional de los Argentinos, Movimiento de la Revolución Nacional y Unión Federal Demócrata Cristiana, y obtuvo siete millones cuatrocientos mil votos, el 61,85 por ciento de los votantes, haciendo el General la mejor elección de su trayectoria política.
Perón asumió su tercera presidencia, en un contexto político favorable en relación con los partidos opositores, pero adverso en sus posibilidades de manejo de las filas propias. Enfatizó su objetivo de conciliación nacional. Además, se pronunció por el crecimiento de la economía, del consumo y del aumento del poder adquisitivo de la masa popular dentro de los márgenes del sistema. El manejo del área económica continuó bajo la conducción del empresario José Ber Gelbard, que había jugado un rol protagónico a fines del anterior gobierno de Perón, concluido con el golpe de Estado de 1955.
Fuente: Caras y Caretas