En junio de 1918 se produjo en Córdoba la denominada Reforma Universitaria, donde un grupo de jóvenes estudiantes llevaron adelante una lucha con el objetivo de lograr los derechos estudiantiles que permanecen hoy vigentes en la sociedad argentina.
Entre esos derechos se destaca la autonomía universitaria, el cogobierno, la gratuidad, la extensión universitaria, la periodicidad de las cátedras y la selección del cuerpo docente a través de concursos públicos.
El contexto en el que se desarrolló esa situación, se enmarca en el primer gobierno democrático liderado por el radical Hipólito Yrigoyen, quien asumió en 1916 luego de aplicarse la Ley Sáenz Peña y desarrollarse en el país el primer sufragio universal masculino. En ese entonces, los jóvenes que podían acceder a la universidad pertenecían en su mayoría a familias de clase media alta formadas a partir de la gran ola de inmigración europea producto de la primera guerra mundial.
Los estudiantes de las diferentes universidades del país, comenzaron a principios del siglo XX a organizarse en centros de estudiantes y desde ese espacio, a exigir reformas que modernizaran y democratizaran la universidad. Además, como un organismo que nucleara a los grupos de estudiantes de cada universidad y con el objetivo de que su lucha se hiciera escuchar con más fuerza, crearon las federaciones siendo las primeras las de Tucumán, Córdoba, La Plata y Buenos Aires.
Finalmente, el 15 de junio de 1918 se convirtió en un día histórico para la Universidad Argentina ya que representantes de la Federación Universitaria de Córdoba, luego de una larga lucha y a partir de un hecho desencadenante como lo fue la elección fraudulenta del rector, tomaron la universidad. Esto lo lograron con el apoyo de los partidos políticos populares y del movimiento sindical, quienes rechazaron la elección de Antonio Nores, quien intentó mantenerse en el rectorado, con apoyo de los grupos conservadores.
El 17 de junio el movimiento estudiantil cordobés hizo conocer su reclamo mediante el denominado Manifiesto Liminar, en el cual se expresa la actualmente conocida frase: «Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan».
Como consecuencia de tal revuelta, Nores renuncia y el presidente Yrigoyen interviene la Universidad de Córdoba colocando como interventor a José S. Salinas, Ministro de Justicia e Instrucción Pública de su gabinete. El 12 de octubre un decreto de reformas contempla los reclamos estudiantiles solicitados y muchos de los líderes estudiantiles ingresan a la Universidad.
A partir de la reforma se crea la Federación Universitaria Argentina, máximo organismo de representación de todos los estudiantes a nivel nacional. La misma, nuclea a las federaciones de las Universidades Nacionales Argentinas.
Fuente: Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura