El 23 de septiembre de 1973 triunfaba en las elecciones nacionales la fórmula Juan Perón-María Estela Martínez de Perón, con poco más del 61% de los votos, siendo la fórmula presidencial más votada de la historia electoral argentina. La elección de Perón lo condujo a su tercer y último gobierno.
Dos días antes, Perón se dirigió al país por radio y televisión, diciendo: “Pensamos que es nuestro deber en el presente, reconstruir lo destruido y preparar un mejor futuro inmediato para que, en una nación realizada, cada argentino pueda intentar su propia realización”.
La fórmula Perón-Perón obtuvo casi 7.400.000 votos, el 62%, seguida de la fórmula del radicalismo, Balbín-De la Rúa, con el 25%. Fue un triunfo abrumador pero era lo que se esperaba.
Perón había convocado a la unidad nacional y el pueblo le daba su respuesta en las urnas.
Después de dieciocho años de exilio, después de la cárcel, la persecución y los fusilamientos, el pueblo peronista veía nuevamente el anuncio del triunfo: Perón había ganado las elecciones y, a los setenta y ocho años, se disponía a invertir sus días en la pacificación nacional.
Las calles se llenaban de cantos y de banderas peronistas: el General sería Presidente de todos los argentinos por tercera vez.