Desde el primer día en la Presidencia de Argentina, Néstor Kirchner trabajó con su Gabinete para solucionar los problemas que tenía el país.
«Vengo en cambio a proponerles un sueño: Reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como nación. Vengo a proponerles un sueño que es la construcción de la verdad y la justicia. Vengo a proponerles un sueño que es el de volver a tener una Argentina con todos y para todos», dijo Néstor Kirchner durante su primer discurso como presidente de Argentina en 2003.
La nación suramericana se encontraba en una fuerte crisis social y económica como consecuencia del plan de recortes implementado por varios Gobiernos que seguían las indicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
El índice de desempleo era aproximadamente del 27 por ciento, la pobreza representaba el 42,7 por ciento de la población y la inflación alcanzaba el 13,4 por ciento. La deuda externa, según datos del BM, era de 163.443 millones de dólares.
Desde el primer día en el Gobierno, Kirchner trabajó junto a su gabinete para evaluar la situación del país y solucionar los problemas más inmediatos, como la huelga de docentes en la provincia de Entre Ríos, quienes exigían el pago de sus salarios.
El jefe de Estado realizó una reforma profunda al Poder Judicial para sanear el sistema y lograr que los tribunales atendieran de forma transparente las más de 25.000 causas existentes para la fecha.
Asimismo, dejó muy claro que la defensa de los derechos humanos era un tema central en la agenda de su Gobierno, sobre todo en el juzgamiento y condena a los responsables de los crímenes cometidos durante la dictadura militar y de los más de 30.000 desaparecidos.
«Los culpables de esas atrocidades van a ser juzgados ante la Justicia y con todos los derechos que ellos negaron a sus víctimas», manifestó en su momento y añadió que «somos los hijos de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo».
Kirchner fue un factor determinante para rechazar la implementación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en Latinoamérica durante la IV Cumbre de las Américas, celebrada en Mar del Plata (este). “No nos vengan aquí a patotear”, dijo.
«Lo aconsejable es dejar que, en un marco de racionalidad, cada país pueda elegir su mejor camino para el desarrollo con inclusión social», aseveró el presidente en aquel momento.
Fue un gran impulsor de la integración en la región al ser uno de los fundadores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en 2004, organismo del cual fue secretario general posteriormente.
Fuente: Telesur