Eva Perón supo despertar el amor de los humildes, que llegaba a la devoción más profunda, pero también fue blanco de las peores reacciones de buena parte de la sociedad argentina.
Eva María Ibarguren había nacido en Los Toldos, en el noroeste bonaerense, un 7 de mayo de 1919. Cuando tenía 24 años conoció a Juan Domingo Perón, entonces teniente general y hombre fundamental de la Revolución de 1943 y casi de inmediato se casaron.
Eva acompañó a Perón logrando rápidamente un protagonismo central en la vida política argentina. Los derechos políticos de las mujeres, la creación del Partido Peronista Femenino, la fundación de ayuda social, los estrechos vínculos con los sindicatos y una intransigente defensa de Perón frente a “oligarcas”, “cipayos” y el “imperialismo”, marcaron los más de seis años que la tuvieron en la primera escena nacional.
Con tan sólo 33 años al momento de su muerte, se había convertido en la mujer más influyente del país. Su cuerpo, llorado durante días por una multitud, también fue robado, ultrajado y ocultado, durante casi dos décadas.
El instante de su deceso, las 20.25 de aquel día, sería recordado por años puntualmente en todas las radios del país como la “hora en que la Jefa Espiritual de la Nación pasó a la inmortalidad”.
Fuente: Radio Nacional