El Primer Plan Quinquenal se inició a poco tiempo de comenzado el flamante mandato de Juan Domingo Perón en 1946. Los campos estaban bien marcados y divididos en tres: gobernar el Estado, la Defensa Nacional y la Economía.
Se produjo la transformación del área productiva, industrias y desarrollo de maquinaria liviana, sectores del agro y de la ganadería, junto a la construcción de edificios para la función estatal y de enseñanza media y superior.
La creación del Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio fue una fuente de financiamiento para llevar adelante las nuevas iniciativas. Luego se pasó a otra gran promesa de Perón: la nacionalización de servicios públicos. La Empresa Nacional de Energía, Yacimientos Carboníferos Fiscales, Gas del Estado, se sumaron a los ferrocarriles, la telefonía, los seguros y los silos.
La migración interna permitió un aumento de la mano de obra disponible, que junto a la creación de las escuelas técnicas con egresados en artes y oficios, alimentaron el caudal de puestos de trabajo que las nuevas industrias ya requerían desde el modelo de sustitución de importación durante la Segunda Guerra.
La construcción de vivienda social, hospitales y centros de albergue para niños y mayores en situación de riesgo también fueron parte de este Plan que sumó la creación de la Fundación Eva Perón a sus obras públicas.
La aspiración del Movimiento Justicialista fue desde sus albores la soberanía política, la independencia económica y la justicia social, y el Primer Plan Quinquenal las integra desde el primero y hasta su última línea. El crecimiento económico de esos primeros años llevaron a Perón a ser reelecto y a diseñar un Segundo Plan Quinquenal.
Fuente: elDiarioAr