En sólo 33 años María Eva Duarte de Perón transformó la historia. Una joven nacida en Los Toldos que con sumo coraje decidió torcer el destino en cada etapa de su vida.
De actriz a representante de los trabajadores del radioteatro; de compañera del Coronel Perón a ser la impulsora de la participación política femenina y la abanderada de los humildes; de Embajadora de la Paz a ser el puente entre el gobierno y el movimiento obrero organizado.
“Me encontré ante dos caminos: uno de asfalto, el de esposa del Presidente, y otro de selva, pero que tenía el encanto de ser el que me ponía en contacto con el corazón del pueblo argentino, que vale cualquier sacrificio y cualquier esfuerzo”. María Eva Duarte de Perón eligió ser Evita. Decidió ser orgullosamente peronista, encarnando los rasgos identitarios del movimiento político que lideró junto a Juan Domingo Perón. Trabajó incansablemente para incorporar definitivamente a las mujeres a la política, para que puedan votar y ser votadas. Presidió una institución innovadora en materia de ampliación de derechos como
la Fundación Eva Perón. Impulsó el reconocimiento de las personas mayores a nivel mundial. Colaboró activamente en la concreción de los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
Pero por sobre todas las cosas, eligió ser Evita.
Hoy como ayer, a 106 años de su nacimiento, su nombre sigue siendo sinónimo de lealtad hacia un proyecto político y un país que nos incluya con dignidad.
Fuente: Museo Eva Perón