Skip to main content

Hoy se cumplen en Argentina 51 años de la sanción de la Ley de Contrato de Trabajo, Ley número  20744. Dicha ley, constituye un cuerpo normativo que sistematizó la legislación del trabajo, prescribiendo un régimen notable para las relaciones laborales en Argentina.

La Ley de Contrato de Trabajo, en su texto original, representó un hito para la historia del movimiento obrero y para la configuración del derecho laboral argentino mediante la que se consagró el derecho a la justicia social efectiva con una mirada de protección progresista de derechos para la clase trabajadora.

Desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX el movimiento obrero organizado en Argentina a través de sus diversas corrientes, fue protagonista de la historia de la conformación del derecho del trabajo en la Argentina, impulsando, al calor de los conflictos nacionales y a escala internacional, la ley de jornada limitada de trabajo, ley de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, entre otras. Asimismo, el primer gobierno del Presidente Gral. Juan Domingo Perón en el año 1945 otorgó respuestas desde el propio seno del Estado a una larga serie de demandas de los gremios obreros, atendiendo sus intereses y estableciendo normas laborales, sindicales y jubilatorias.

Fue precisamente en el tercer gobierno de Perón desde el año 1973 y a meses de su fallecimiento que la Ley de Contrato de Trabajo se sanciona. La década del 70 representó para la clase trabajadora una época esplendorosa de derechos, de negociación de Convenios Colectivos de Trabajo, que por el principio de ultraactividad siguen vigentes hasta el día de la fecha. Fueron las décadas en que se propició la mayor tasa de participación en el PBI de la clase trabajadora, es decir, la brecha de desigualdad entre el capital y el trabajo fue la más baja de la historia argentina.

La Ley de Contrato de Trabajo, en su redacción original, constituyó una norma de 301 artículos en la que se plasmó a través de reglas, principios y garantías el reconocimiento de la relación asimétrica de poder que caracteriza a todo contrato o relación de trabajo y por la cual el Estado normativamente debe intervenir para lograr a través de la aplicación e interpretación una igualdad, frente a la real y concreta hipo suficiencia de las personas trabajadoras.

Ello así, además de garantizar un salario mínimo profesional, vacaciones pagas, licencias, indemnización ante la ruptura discrecional del vínculo laboral, la solidaridad entre empleadores, entre otros derechos, estableció una serie de principios que son directivas y faros de protección a los fines de evitar el ejercicio abusivo de la facultad de dirección y organización de los empleadores.

De esta forma, se le daba contenido a normas que establecen que en caso de duda sobre la aplicación de normas legales o convencionales prevalecerá la más favorable al trabajador – principio de la norma más favorable para el trabajador – o la que establece que en caso de duda será nula y sin valor toda convención de partes que suprima o reduzca los derechos previstos en la ley – principio de irrenunciabilidad-, estableciendo un piso mínimo de derechos que debe asegurar toda contratación laboral. Sin duda, esta ley ha sido el resultado de un movimiento obrero fuerte que ha obtenido a partir de reclamos y luchas, mejores condiciones de vida y de trabajo para toda la clase trabajadora en la Argentina.

Los derechos obtenidos a través de la Ley de Contrato de Trabajo y el bienestar de vida de la clase trabajadora alcanzado, fueron los principales motivos de la irrupción democrática a través de la dictadura cívico militar del año 1976 más sangrienta de la historia argentina, en la que se encarceló, torturó, asesinó y desapareció a más de 30.000 personas, entre ellos/as dirigentes sindicales, en la que se promovió la apropiación ilegal de bebés nacidos en cautiverio. El propio autor de la Ley de Contrato de Trabajo, el abogado laboralista Norberto Centeno fue asesinado por la dictadura cívico militar en lo que se conoció como “La noche de las corbatas”.

Por ello, una de las primeras medidas de la dictadura cívico-militar fue modificar en sentido absolutamente regresivo la Ley de Contrato de Trabajo, derogando sus artículos más significativos para la protección y estabilidad de las relaciones laborales en la Argentina. Solo algunos pocos artículos se pudieron recuperar de aquel texto original de la Ley de Contrato de Trabajo a partir de la vigencia democrática en Argentina desde el año 1983.

Sin dudas que el mundo del trabajo cambió desde la sanción de la Ley de Contrato de Trabajo del año 1974, con la incorporación de nuevas tecnologías y también con el reconocimiento de mayores derechos a la ciudadanía. No obstante, aún perduran los/as trabajadores/as que sólo viven de su trabajo y que necesitan garantías y derechos sociales que hagan efectivo su derecho a vivir en dignidad y en libertad.

La sanción de la Ley de Contrato de Trabajo en el año 1974 fue la muestra cabal en la Argentina de una sociedad con mayor equidad y justicia social. Cincuenta y uno años más tarde, esta equidad y justicia social se encuentran más amenazadas que nunca.

Fuente: Pagina 12