A continuación reproducimos la exposición de nuestro Secretario General y Presidente de UNI Américas Finanzas, en la teleconferencia por el Fortalecimiento del Banco de la Nación del Perú, convocada por SUTBAN (Sindicato Único de Trabajadores del Banco de la Nación), que contó también con la participación de Ricardo Burga (congresista de la República del Perú), Alan Fairlie (parlamentario andino), Marcio Monzane (Secretario UNI Américas Finanzas) y Jorge Peña (Secretario General SUTBAN).
UNI Américas Finanzas nuclea a los trabajadores del sector financiero -bancarios, seguros- en nuestro continente.
Sergio Palazzo |Rol de la banca pública/Cómo se sale de la Pandemia
Buenas noches a todos. Es un placer y una gran alegría que me hayan invitado a participar en este panel sobre fortalecimiento de la banca pública y del Banco de la Nación en el caso de Perú. Quiero agradecer a los compañeros de Sutban y especialmente al Secretario General y amigo Jorge Peña por esta invitación.
Sin duda que estamos ante una situación única e impensada, de características extraordinarias y de una gravedad inusitada producto de la pandemia que azota todas nuestras tierras. Somos conscientes que nada va a ser igual después que termine la pandemia, en ningún sentido, ni en la vida cotidiana de los ciudadanos, ni en el funcionamiento de la economía, ni en los propios estados, nacionales, provinciales, municipales, ni tampoco en las empresas.
Los estados tendrán seguramente el problema de que producto de la caída de la actividad económica que han ocasionado los necesarios aislamientos obligatorios, los sistemas de cuarentena, que cada país implementó, van a tener serias deficiencias para poder asistir a los sectores más desprotegidos que probablemente van a tener una caída, o ya están teniendo, una caída de ingresos y de empleo producto de la pandemia.
Seguramente a la caída de la recaudación van a tener que agregarle un mayor costo en materia social para poder asistir tanto a las pequeñas empresas para que puedan seguir funcionando como a los trabajadores que han perdido su empleo y esto cambia el escenario de cómo se venía manejando y administrando los recursos de los estados en cada país de nuestra región.
Los trabajadores van a tener seguramente consecuencias inmediatas. La primera de ellas es la del empleo. Posiblemente en muchos lugares el empleo va a decaer producto del aislamiento, los sistemas de cuarentena han provocado una problemática en la continuidad de la relación laboral de los trabajadores y las pequeñas empresas, particularmente de los pequeños comercios.
También quienes han preservado su empleo, se ha impulsado en esta pandemia una nueva forma de trabajo como son los denominados home office o teletrabajo, con una incidencia mucho mayor a la que tenía, con lo cual va a ver que entender que hay una nueva realidad en materia laboral a partir de estos conceptos.
Las pequeñas empresas tendrán también un doble problema. El primero de ellos es lo cotidiano. Cómo pueden perdurar en el tiempo sin actividad o con menor actividad económica para poder pagar sus servicios, la luz, el gas, el agua, los alquileres y la nómina salarial de sus trabajadores. Y por otro lado tratarán desde los grandes sectores económicos de que estas pequeñas empresas, que son grandes generadoras de empleo, sean absorbidas por grandes empresas creando una mayor concentración de la actividad económica.
Las multinacionales tal vez querrán buscar el atajo fácil, que son las que más pueden tener tiempo, espacio y situación económica como para sobrellevar la pandemia tratarán de salir de esta crisis desde el lugar consabido del neoliberalismo, porque es precisamente salir con un ajuste más fuerte, precarizando a los trabajadores y requiriendo una asistencia del Estado que debería estar volcada a las pequeñas y medianas empresas y no a las grandes empresas.
Estas serán seguramente las características de una nueva sociedad o las características de la sociedad donde nos vamos a tener que desenvolver en este tiempo.
Ante este panorama tan desolador uno se pregunta si es todo negativo. Se llega a la conclusión que no, que hay alternativas de solución.
La primera que tenemos que hacer desde el movimiento obrero o de los sectores que defendemos a los trabajadores es claramente defender el empleo. El empleo va a ser vital para la reconstrucción de una nación. Ninguna nación se va a construir con un desempleo creciente o desde la pérdida de poder adquisitivo de los salarios. Por eso es fundamental defender el empleo en este tiempo de pandemia y con muchísima fuerza en la post pandemia también.
Otra de las situaciones es tratar de mantener el nivel de ingresos de los asalariados. Porque en definitiva el ingreso del trabajador no va para paraísos fiscales ni a grandes inversiones en materia especulativa. Simplemente va al consumo. Y si nosotros logramos, a través de preservar el ingreso de los trabajadores, que se dinamice el consumo es precisamente en las pequeñas y medianas empresas donde va a tener un impacto positivo esa dinamización del consumo porque son las pequeñas empresas las que generan ese foco de consumo a los que van los trabajadores.
El tercer punto esencial como alternativa de solución es un Estado presente. El tema es desde dónde se transita la crisis y desde dónde se transita la solución para la problemática que va a ocasionar la pandemia.
Si se transita desde el modelo neoliberal y la salida es el modelo neoliberal se va a generar mayor pobreza, mayor hambre, mayor desempleo y mayor precarización. Por eso es necesario un Estado presente en la post pandemia. Un Estado presente en la pandemia y un Estado muy presente en la post pandemia. Porque un Estado presente puede salir desde un lugar distinto, desde el interés del bien común, de reactivar la economía para los pequeños sectores que dinamizan la economía y generar empleo y la de poder dar trabajo a sus ciudadanos. Generar trabajo es una de las tareas fundamentales de quienes asumen la responsabilidad del Estado.
En eso es donde se instala perfectamente el debate que nos proponen los compañeros de Sutban. Que es la importancia de la banca oficial nacional, o municipales, o provinciales o distritales en aquellos lugares que existan. Pero que existan desde la banca nacional una presencia permanente dependerá de que tengamos una banca al servicio de la producción y el empleo la salida de un lugar distinto al neoliberalismo.
Si se piensa en la banca nacional como una mera generadora de rentabilidad y riqueza sería el error más grande para salir de la pandemia. Hay que asumir con claridad que la banca nacional no está para ser una banca rentable. Si lo fuera mucho mejor, pero es básicamente una banca para fomentar el desarrollo, la producción y el empleo, que no necesariamente tiene que generar rentabilidad, sino que tiene que generar a través de ese círculo virtuoso la posibilidad de reconstrucción de una nación desde el lugar de un Estado presente. Y para eso, bajo el concepto de una banca de fomento que esté al servicio de la producción, el empleo, el trabajo y el crecimiento de la economía es de donde se va a salir de esta situación. Con una mirada estrictamente social y no lucrativa.
Creo que en esto también es necesario recordar una charla que dimos en la UNI, en Málaga hace pocos meses (23 y 24 de octubre de 2019) cuando hablábamos del avance tecnológico y lo que significa. Y nos preguntábamos cómo salir de esto. Se sale con una fuerte inversión en la capacitación de los trabajadores para que se adapten a las nuevas formas y que esas nuevas formas estén reguladas por las formas colectivas de trabajo y no al libre albedrío en la que las patronales hagan con los tele-trabajadores lo que quieran. Es decir una profunda capacitación para la adaptación pero con una profunda regulación a través de las convenciones colectivas de trabajo.
Se sale con inversiones en las instituciones de trabajo, aquellas encargadas de controlar que no haya desmanes por parte del poder que tienen de sectores empresarios sobre la vida de los trabajadores.
Se sale con un aumento de inversión en generar y mantener empleos decentes para no caer en la precarización.
Se sale declarando a la atención humana como un servicio esencial y poder obtener en las empresas un beneficio impositivo aquellas que generen un empleo humano y no empleo simplemente tecnológico.
Se sale generando un salario universal y un piso de derechos, para que por ejemplo empresas multinacionales tengan un piso de derechos y no sean estas multinacionales que se vayan a un país u a otro donde encuentren sometimiento laboral y paraísos fiscales.
Se sale generando un sistema de seguridad social que permita a quien acceda a una pensión o a una jubilación después de toda una vida de trabajo lo haga desde un lugar de dignidad que le permita vivir tranquilamente con esa pensión o jubilación y no que se tenga que quedar aferrado a un empleo porque si sabe que va a una pensión mínima imposible de sustentar su diario accionar termina generándose un empleo e impide la posibilidad de que un joven se sume al mercado de trabajo y que también que él en lugar de disfrutar de una pensión o jubilación de toda una vida de esfuerzo termine aún trabajando en edades avanzadas.
Se sale con mayores regulaciones, en nuestro caso con educación financiera y universalización de los servicios financieros. Si logramos universalizar los servicios financieros, que cada trabajador y cada ciudadano tenga su cuenta en el banco tenemos garantizado el empleo, si no difícilmente va a ser así.
Se sale con un diálogo social constante y responsable. Con políticas destinadas a eliminar todo tipo de discriminación, particularmente la de género. Y sobre todo terminando con los contratos hora cero que en muchos países del mundo se imponen y que no son contratos sanos para ninguna economía y mucho menos para los trabajadores. No son contratos de relaciones de dependencia sino contratos de disponibilidad de un trabajador que genera la mayor de las precarizaciones.
También, aunque suene para algunos demasiado quisquilloso, particularmente para el sector empresario, se sale discutiendo una disminución de la jornada laboral. Cómo distribuimos las horas de trabajo para que todos puedan tener trabajo después de una pandemia.
Desde el lugar de fortalecimiento de la banca pública al servicio de la producción y el empleo y desde el lugar de preservar los puestos de trabajo, el nivel de ingresos y los derechos de los trabajadores es el lugar que hay que transitar para salir de la crisis de la pandemia y tener una post pandemia con un Estado presente.
Muchísimas gracias a todos los compañeros.
Sergio Palazzo
Secretario General de la Asociación Bancaria
Presidente UNI Américas Finanzas