La Argentina y Colombia son los dos países en los que se trabajan más horas a la semana
Por HÉCTOR RECALDE*
La verdad es que somos finalistas junto a Colombia. Y confieso que quiero ir al bombo, actitud contradictoria con mi personalidad porque me gusta ir siempre al frente.
Claro que este campeonato es para dirimir en qué país se trabajan más horas a la semana.
Cuando el lector lea el fixture, verá que en realidad sólo hay dos países que se llevan el galardón: Francia y Portugal, son los que tienen la jornada más reducida.
Párrafo aparte quiero señalar que los hechos (que son sagrados) desmienten a la derecha que suele estigmatizar a los laburantes, sosteniendo que en nuestro país no trabaja nadie, que son planeros, que el salario es un costo, que el derecho del trabajo es rígido, que las normas de protección destruyen empleo, etc., etc.
Vale poner en relieve que la más moderna y correcta doctrina de la economía política señala que el salario es consumo e inversión.
Parecen haber plagiado la letra del tango Haragán, que en uno de sus párrafos acusaba al susodicho, endilgándole que “si encontrás al inventor del laburo, lo fajás”. Y lo tragicómico es que este pensamiento habitaba en la mente y la palabra de un ex Presidente a quien la tribuna caracterizaba como el “domador de reposeras”. Criticándolo a Macri, sufro una especie de sentimiento de culpa ya que me bautizó como “líder de la mafia de los abogados laboralistas” y la verdad es que lo que él consideró un agravio para mí fue la confirmación de que mi posición era la correcta en el camino de la construcción de la justicia social.
Vale poner en relieve que la norma que regula la jornada está a menos de una década para ser centenaria, ya que la ley 11.544 es de 1929 tuvo una sola modificación a través de un proyecto de mi autoría que fue sancionado por medio de la ley 26.597, que terminaba con una interpretación de la ley que ampliaba excesivamente las excepciones a la limitación de la jornada. Los juristas Juan C. Fernández Madrid y Amanda B. Caubet en su libro Leyes fundamentales del trabajo, comentando la ley sostuvieron: “La reforma de la ley 26.597 es trascendente porque al limitar las excepciones establecidas en la ley 11.544 a los cargos de Director y Gerente, excluye la posibilidad de extenderlas a otras categorías antes contempladas en el artículo 11 del decreto reglamentario 16115/33”.
Desde sectores empresariales acusan al derecho laboral de ser excesivamente tutelar del asalariado, sosteniendo que su “rigidez” destruye empleo. La realidad es que quien crea o destruye empleo, como diría Clinton, es la política económica (observan que no agregué el adjetivo calificativo que empleaba el ex Presidente norteamericano).
Lo que sí hace el derecho del trabajo es operar en la distribución del empleo, y ello se realiza a través de la regulación de la jornada.
Siendo Diputado Nacional, presenté reiteradamente y sin éxito (mea culpa) proyectos para reducirla de 48 horas semanales a sólo 45.
Hoy existe esta jornada por hombres y mujeres que trabajan 9 horas por día a lo largo de semanas de cinco días.
Mi timidez y romanticismo en la perseverancia me recordaba párrafos del poema de Belisario Roldán El Rosal de las Ruinas, que decía: “Estaba forjando el nido del porvenir visionado, era feliz a tu lado, trabajando para ti, que empeñado en la tarea de ganar tiempo a las horas, me vieron muchas auroras, sonámbulo cuya marcha iba rompiendo la escarcha de las mañanas heladas”.
En realidad, si se deja de lado el ideologismo o el afán de mejorar la rentabilidad de las empresas, la ley del rendimiento o la utilidad decreciente los podría inducir a aceptar la disminución propuesta.
El medio vaso lleno hoy significa reducir la jornada sin merma del salario, porque de esta manera podrán hombres y mujeres desocupados lograr empleo y aquellos que están trabajando disfrutar un poco mejor la vida en todo sentido.
* Abogado Laboralista, Presidente de F.U.E.N.T.E.S.
Publicado en El Cohete a la Luna/2-8-2020