Durante las políticas de aislamiento muchos trabajadores y trabajadoras informales y monotributistas enfrentan los riesgos de perder sus empleos o ver disminuidos sus ingresos debido a la restricción en la circulación de personas y el freno en la actividad económica.
Es momento de solidarizarnos y reconocer sus trabajos que habitualmente nos proporcionan. En conjunto, podemos garantizar condiciones justas y dignas de vida para aquellos y aquellas que se encuentran en situación de informalidad y, muchas veces, de vulnerabilidad.
Debemos actuar ahora. Es imprescindible que en esta emergencia sanitaria se piense solidariamente y con responsabilidad social.