Evita, gran defensora del sufragio femenino, votó desde la cama del policlínico donde estaba internada, recién operada del cáncer de útero: ya estaba muy enferma. Fue el 11 de noviembre de 1951, hace 71 años, en la primera elección nacional en la que las mujeres pudieron elegir y ser elegidas, un hito de la historia política y de la lucha por los derechos de las mujeres.
En esos comicios, paradójicamente, los votos femeninos fueron más que los masculinos: un 90 por ciento de mujeres acudieron a las urnas frente al 86 por ciento de los varones. El Partido Peronista incluyó a 23 candidatas a diputadas y seis a senadoras nacionales. Todas entraron al Congreso. Además, se eligieron tres delegadas territoriales, y 97 legisladoras provinciales. En total resultaron electas 133 mujeres, una cifra inédita en esos tiempos en Latinoamérica.
Ellos, los varones, dueños de la historia, consideraban que las mujeres no tenían derecho a votar o a ser votadas. Aunque las luchas sufragistas se iniciaron a principios del siglo XIX, y hubo precursoras como Julieta Lanteri, y más de una veintena de proyectos de ley en el Congreso –el primero presentado por el socialista Alfredo Palacios, en 1911– fue durante el gobierno de Juan Domingo Perón, en 1947, cuando se sancionó la Ley 13.010 de voto femenino, donde tuvo un rol destacado la figura de Eva Perón, que creó el Partido Peronista Femenino.
Fuente: Página 12