El 13 de febrero de 1812 Manuel Belgrano propuso que se creara una escarapela nacional. Hasta ese momento, los distintos cuerpos del Ejército utilizaban diferentes distintivos. Unos días después, el 18 de febrero, el Triunvirato aprobó el uso de la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste.
El origen de los colores celeste y blanco de la escarapela son objeto de diversas teorías, aunque no existe una constancia cierta de su elección. Algunas versiones sugieren que los colores podrían reproducir el cielo, representar a la casa de los Borbones o rendir homenaje a los regimientos de Patricios y Húsares durante la segunda invasión inglesa.
Otra teoría las vincula a las cintas que French y Beruti repartieron durante los decisivos días de mayo de 1810. Pese a las diferentes hipótesis, la escarapela se consolidó como un símbolo de identidad y unión entre los patriotas.
En el año 1935, el Consejo Nacional de Educación instituyó el 18 de mayo como Día de la Escarapela. Es una fecha importante en el calendario argentino, en la que se rinde homenaje a uno de los símbolos patrios más emblemáticos del país. Cada 18 de mayo, los argentinos visten y decoran sus entornos con la escarapela, una cinta con los colores blanco y celeste que representa la identidad nacional y los valores de la sociedad argentina.
Fuente: Educ.ar Portal