El 9 de julio conmemoramos un nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia Nacional, resultado de un proceso complejo que comienza en 1810, con la Revolución de Mayo, momento a partir del cual se inicia un camino que estuvo plagado de circunstancias externas adversas y de conflictos internos que planteaban un panorama desalentador para la unidad nacional.
La declaración de la Independencia constituyó un acto soberano y colectivo. El histórico Congreso de Tucumán reunió por primera vez a 28 diputados que sesionaron y debatieron día a día durante muchos meses para proyectar una nueva Nación. El 9 de julio de 1816, nuestro país ponía fin al dominio español y comenzaba a cristalizarse el sueño de una Nación propia.
Han transcurrido 207 años y si bien siempre y en toda circunstancia es muy importante recordar nuestra historia, en esta ocasión nos invita a reflexionar profundamente sobre lo que nos constituye como Nación, aquello que nos reúne y los proyectos que nos convocan para el futuro…
El escritor Eduardo Galeano en una reflexión sobre la independencia dijo ”Libres son quienes crean, no copian, y libres son quienes piensan, no obedecen. Enseñar, es enseñar a dudar”.
Entonces, construir y defender la Nación Argentina nos coloca a todos en escena, desde nuestra realidad personal, desde el cumplimiento de nuestras responsabilidades, haciendo respetar nuestros derechos y reflexionando día a día acerca de la libertad que queremos, esa libertad para pensar, obrar y educarnos. Pero debemos ser conscientes de que dicha libertad sólo podrá ser auténtica si se encamina hacia un proyecto común y no se pierde en las divisiones estériles.
Porque la Patria es algo más que un concepto abstracto, es algo que construímos permanentemente entre todas y todos. Entonces, no cabe dudas, que mantenernos independientes y libres, es el desafío que decidimos asumir todos los días, como un reto continuo.
Fuente: BBA-Universidad Nacional de La Plata