El 28 de septiembre de 1966, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, un grupo de 18 jóvenes nacionalistas desvió un avión de Aerolíneas Argentinas que se dirigía a Río Gallegos, y lo hizo aterrizar en nuestras Islas Malvinas. Una vez allí, los «cóndores» rebautizaron Puerto Stanley con el nombre de Puerto Rivero -en homenaje al Gaucho Rivero-, izaron siete banderas argentinas y entonaron el Himno Nacional Argentino.
De ese operativo y participó nuestro querido compañero Andrés Castillo, recientemente fallecido, histórico dirigente de la Asociación Bancaria y de la Caja de Ahorro y Seguro. Lo hizo en su doble condición de integrante del operativo cuando era un joven trabajador (23 años) y militante peronista, de la Caja. Andrés fue detenido desaparecido en el campo de concentración que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada tras el golpe de 1976.
Otros tres integrantes fueron asesinados durante la última dictadura: Dardo Cabo, Aldo Ramírez, y Edgardo de Jesús Salcedo.
El periodista y dirigente peronista Dardo Cabo lideró el Operativo Cóndor fue también Director del semanario “El Descamisado”. Permaneció, luego del golpe de estado de 1976, detenido a disposición del Poder Ejecutivo en la Unidad 9 de La Plata, y fue asesinado por sus carceleros durante un traslado al penal de Sierra Chica en 1977. Su mamá María Campano había sido asesinada el 16 de setiembre de 1955 por el bombardeo de la aviación naval a Plaza de Mayo.
Aldo Omar Ramírez era obrero y delegado en los astilleros Astarsa, formaba parte de la Juventud Trabajadora Peronista. En 1975 fue secuestrado por la Triple A, junto a otros dos compañeros, pero debido a la importante movilización de todos los trabajadores de la zona, debieron liberarlos. Volvió al astillero y a su compromiso militante. Desde el 1° de septiembre de 1977 se encuentra desaparecido.
Edgardo de Jesús Salcedo trabajó en la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), allí fue elegido delegado. Era integrante de la Juventud Trabajadora Peronista. El 12 de julio de 1976, un Grupo de Tareas de la ESMA lo asesinó junto a su esposa María Esperanza Cacabelos en su domicilio.