Hace 38 años, la ciudad se vio conmocionada por la masacre en el Banco Popular Financiero, un hecho que trascendió las fronteras de Río Cuarto y ganó espacio en la agenda mediática nacional. Fue en la mañana del 16 de septiembre de 1987 cuando un número no determinado de personas (oficialmente fueron dos, pero el único sobreviviente siempre sostuvo que hubo una tercera) irrumpió en la sucursal del bulevar Roca, frente a las Escuelas Pías, y fusiló a los siete trabajadores que estaban en el lugar por empezar su jornada laboral.
Jorge Garay (44), José Rubén Bianco (37), Ángel Angellini (68), Alejandro Ángel Muzzio (26), Víctor Meynet (44) y Ricardo Ferreira (29) murieron en el acto. En tanto, Roberto Vicente Denner, el gerente de la entidad, sobrevivió de milagro (falleció en 2013).
Los ladrones se llevaron un botín en australes equivalentes a unos 15 mil dólares, una cifra poco significativa con relación a las dimensiones de la matanza. Por eso, siempre rondó la idea de que el objetivo del atroz crimen fue otro.
Aunque nunca pudo demostrarse judicialmente, se especuló (y se especula) con la existencia de una mesa de dinero y de actividades relacionadas con el lavado de plata. Además, se mencionó con insistencia la vinculación de los asesinos con el poder político de entonces.
A raíz del múltiple homicidio, fueron condenados a prisión perpetua únicamente dos personas: Miguel Ángel Salinas (45), el policía que hacía adicionales en el banco, un conocido de los trabajadores, y Francisco Nievas (36), el cómplice.
A ambos la Justicia los encontró culpables de “homicidio agravado cometido con alevosía para ocultar otro delito, por robo reiterado, seis hechos”.
También estuvo en el banquillo de los acusados Juan Carlos “Garganta” Lucero, pero resultó absuelto. En tanto, María Rosa Boni, esposa del policía Salinas, quien había comprado las cadenas con las que ataron a las víctimas, fue condenada a 5 años de cárcel por “robo agravado”.
Finalmente, otro efectivo de la fuerza, Miguel Ángel Coy, sindicado como partícipe del hecho, no llegó a juicio.
Fuente: Puntal