Desde la Asociación Bancaria nos oponemos rotundamente a la privatización del Banco Nación y de sus empresas vinculadas (Nación Servicios, Nación Reaseguros, Nación Seguro de Retiro, Nación Bursátil, Pellegrini SA), como así también a la privatización del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y la Casa de la Moneda.
Desde los años noventa, en una avanzada privatizadora que ahora pretenden emular, se intentó sin éxito y por una fuerte oposición de los trabajadores/as junto al sindicato, privatizar al Banco Nación. En ese entonces se hicieron multitudinarios actos en Mar del Plata, Rosario, así como una caravana en Mendoza. Se logró juntar más de un millón de firmas y entre otras tantas medidas gremiales, se realizó un histórico abrazo al Banco entre miles de compañeros en rechazo a la privatización, la cual recordamos era una de las condiciones exigidas por el FMI al Ministro de Economía de ese momento, Domingo Cavallo.
Con el regreso de la derecha en el 2015, el gobierno de Cambiemos volvió a insistir con la privatización, pretendiendo, en una primera instancia, vaciar al Banco, a través de la Ley de Presupuesto (que aspiraba transferir gran parte de sus recursos al Tesoro Nacional), la modificación de la Carta Orgánica, achiques de estructura y patrimonial, etc. En ese entonces también se realizó un plan de lucha de todos los trabajadores y trabajadoras, que incluyó protestas, paros, asambleas y movilizaciones a lo largo de todo el país. Además se reeditó aquel histórico abrazo al Banco, todas estas fueron medidas tendientes a impedir el saqueo y la privatización que deseaba el gobierno de Mauricio Macri.
A lo largo de la historia hasta la actualidad, vemos como los argumentos de los mismos sectores se repiten una y otra vez. Hoy, con un gobierno liberal, continúan siendo los mismos que dieron siempre: que es deficitario, ineficaz, con alta mora, etc. Explicaciones que vuelven a sonar plagadas de datos erróneos, que incluso dieron funcionarios del Banco en la actualidad, con una clara intención de desvirtuar la información y confundir a la opinión pública para legitimar una idea que de otro modo no podrían materializar.
Tomando solo el caso del Banco Nación, éste, en el año 2023 ha ganado 700 mil millones de pesos, lo cual lo ha colocado, nada más ni nada menos, como el banco número uno del sistema financiero argentino. Posee, entre otros temas apetecibles para los potenciales compradores, la nada despreciable suma del 20% del sistema en depósitos, además de 790 sucursales en el país y en el exterior, un capital más que atractivo para los “privados” de alto interés comercial y de negocios, razón por la cual pasa el real interés en privatizarlo.
132 años de historia no se pueden tirar por la borda. Como lo ha hecho siempre el Sindicato a lo largo del tiempo, defenderemos la patria, defenderemos el Banco Nación y defenderemos la Banca Pública en su conjunto. Nunca se debe olvidar su principal rol que establece la Carta Orgánica: el de asistencia a cada ciudadano/a argentino, a empresas y familias, en definitiva, una función social que es irrenunciable y que ningún privado, a quien solo les interesa ganar dinero e incrementar la rentabilidad, puede dar. Al igual que la Casa de la Moneda, que es parte esencial de la historia económica del país, siendo responsable de la emisión y acuñación de nuestro signo monetario nacional, y el banco BICE, cuya función es de vital importancia para el financiamiento de proyectos de inversión productiva y comercio exterior.
Buenos Aires, 10 de enero de 2024
SECRETARIADO GENERAL NACIONAL DE LA ASOCIACIÓN BANCARIA
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