Juan Hipólito del Sagrado Corazón de Jesús Yrigoyen Alen nació el lunes 12 de julio de 1852 en Buenos Aires, Argentina.
Abogado, profesor y hacendado popularmente apodado “El Peludo”, por su aversión a mostrarse en público, que fue electo en representación de la Unión Cívica Radical como Presidente de la Nación en dos oportunidades (1916-1922 y 1928-1930), siendo el primero en acceder a ese cargo electo bajo el imperio de la Ley Sáenz Peña de voto secreto, obligatorio y universal para varones.
Junto a su tío Leandro Alem, el hermano de su madre, participó y lidero las revoluciones de 1890 y de 1893 y participo en la creación de la Unión Cívica de la Juventud en 1889, la Unión Cívica en 1890 y la Unión Cívica Radical en 1891. Fue Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires (1880-1882).
En 1896, tras el suicidio de Alem, se convirtió en el principal conductor del partido durante más de tres décadas hasta su muerte.
Hombre austero de firmes convicciones que durante sus periodos como presidente donaba su sueldo a una escuelas y que frecuentemente hacia el recorrido desde la modesta habitación donde residía hasta la Casa de Gobierno a pie y muchas veces se detenía en el banco de una plaza para charlar con la gente.
Además de su profesión y la intensa vida política que desarrolló también fue Comisario de policía de una “parroquia” porteña en 1872; trabajó, administó y arrendó campos de su propiedad y ejerció la docencia entre 1880 y 1905 donando sus honorarios al Hospital de Niños.
El 6 de septiembre de 1930 fue destituido de su cargo de Presidente constitucional por el primer golpe de estado encabezado por militares en la Argentina, siendo detenido primero en La Plata y posteriormente, y en dos oportunidades, en la Isla Martin García hasta enero de 1933 cuando beneficiado por un indulto presidencial, que él rechazó, fue liberado por última vez y trasladado a Buenos Aires con 79 años de edad y su salud muy deteriorada debido a las pésimas condiciones de confinamiento.
Falleció a los 79 años de edad el lunes 3 de julio de 1933 en Buenos Aires, Argentina.
“El poder, a pesar de ser uno de los medios más eficaces para hacer práctico un programa, no es el fin al que pueda aspirar un partido de principios ni el único resorte que pueda manejar para influir en los destinos del país… Solo los partidos que no tienen más objetivo que el éxito aplauden a benefactores que los acercan al poder a costa de sus propios ideales”-
Fuente: Efemérides Radicales