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El 15 de agosto de 1972 durante la Dictadura Militar, que había impuesto como titular del PEN de facto, al General Alejandro A. Lanusse, los presos de las organizaciones FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y Montoneros que luchaban contra el régimen inconstitucional y represivo llevaron adelante un operativo conjunto que tuvo como finalidad la fuga de presas y presos políticos del Penal de Rawson, Chubut.

Esta cárcel fue elegida por la Dictadura Militar de Alejandro Agustín Lanusse para recluir a presas y presos políticos de extracción gremial y militantes pertenecientes a esas organizaciones, con el propósito de alejarlos de los principales centros urbanos del país, evitando la conexión con sus organizaciones e impidiendo así posibles intentos de fuga.

El plan de escape fue diseñado minuciosamente durante meses. Su principal objetivo: la liberación de más de un centenar de presas y presos políticos. Debido a una serie de fallas en el desarrollo, el operativo tuvo que ser interrumpido. Un primer grupo de 6 militantes fue el único que logró concretar el plan con éxito. Un segundo grupo de 19 personas quedó varado en el aeropuerto, mientras que un tercer grupo nunca alcanzó a fugarse del penal.

Las 19 personas que no llegaron a tiempo para subir al avión se rindieron el 16 de agosto ante los efectivos militares, solicitando garantías públicas por sus vidas en presencia de periodistas y autoridades judiciales.

Las y los detenidos fueron llevados a la Base Aeronaval Almirante Zar de Trelew y la madrugada del 22 de agosto fueron acribilladas y acribillados por guardias de la Marina, dirigidos por el capitán de corbeta Luis Emilio Sosa. De los 19 detenidos y detenidas, sólo sobrevivieron 3. El velorio se realizó en el local del Partido Justicialista de la Capital Federal y fue brutalmente reprimido por la Policía Federal.

La fuga del penal de Rawson y la posterior masacre de Trelew abrió una profunda crisis en la dictadura militar comandada por Alejandro Lanusse, que debió asumir la decisión del crimen ejecutado por la Marina, aduciendo ante los medios que los fusilamientos se habían producido ante un nuevo intento de fuga por parte de las y los detenidos.

Estos episodios fortalecieron el descontento popular hacia la dictadura militar y convirtieron a las y los fusilados en un ejemplo de lucha a seguir por parte de la militancia juvenil.

Fue el ocaso de la autodenominada “Revolución Argentina” —iniciada en 1966—.

El procesamiento de los responsables de los hechos demoró más de 30 años. Las investigaciones iniciadas fueron archivadas sistemáticamente en distintos juzgados.

En el año 2006 se reabrió nuevamente un proceso judicial que culminó el 15 de octubre de 2012 con la sentencia del Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia que condenó a prisión perpetua a tres marinos (Emilio Jorge Del Real, Luis Emilio Sosa y Carlos Amadeo Marandino) como “coautores responsables del homicidio con alevosía” de dieciséis presas y presos políticos y tres tentativas de homicidio. Los magistrados consideraron al episodio como un “crimen de lesa humanidad” y, por lo tanto, imprescriptible. El 19 de marzo de 2014, un nuevo fallo de la Cámara Federal de Casación Penal, confirmó lo resuelto por el tribunal inferior.

Homenajear a las víctimas de la masacre de Trelew es construir memoria. Fortalecer a las instituciones del Estado para que estos hechos no sucedan nunca más es un compromiso permanente que nos debe interpelar a todas y todos como sociedad.

¡Nunca más persecución política, nunca más presas y presos políticos!

Fuente: www.parquedelamemoria.org.ar