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Si bien se venía trabajando con anterioridad, tras ganar Perón las elecciones en febrero de 1946 la orientación del Presidente fue clara: confeccionar un plan multidisciplinario de Gobierno para el período 1947-1952.

Fueron José Figuerola y sus equipos técnicos los encargados de llevar adelante tamaña tarea. Con una fuerte impronta en las tres banderas del Justicialismo (Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social), el extenso Primer Plan Quinquenal constaba de tres grandes áreas: Gobernación del Estado, Defensa Nacional, y Economía.

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– En cuanto a Gobernación del Estado, el Plan se centralizaba en seis aspectos: La Política, la Salud Pública, la Educación, la Cultura, la Justicia y la Política Exterior.

Las iniciativas en materia política abarcaban una serie de medidas macro destinadas a optimizar el funcionamiento de los distintos niveles del Estado. A la Administración Nacional se le realiza una serie de recomendaciones tendientes a modernizar su estructura, como por ejemplo “sustituir el concepto tener el expediente al día por resolución del asunto”. A su vez, se creaba un Cuerpo de Abogados del Estado a fin de unificar todas las asesorías legales que existían en todos los departamentos de la administración pública bajo una Dirección General del Cuerpo de Abogados del Estado. Se enviaba también un proyecto de ley de reorganización de los Ministerios, y se creaba un Régimen Municipal de la Capital Federal en el que la Intendencia sería ejercida por el Presidente de la Nación “en su condición de jefe local de la Capital Federal” (art. 1), y sería asistido por cuatro Secretarios: Hacienda y Administración, Obras Públicas e Industria, Salud Pública y Abastecimientos, y Cultura, Moralidad y Policía Municipal.

El quinto aspecto abarcado por la sección “Política” es el relativo a los Territorios Nacionales, en donde se urge a todos los organismos pertinentes a informar a la Presidencia sobre el estado de los territorios. A su vez, se encaró un proceso de provincialización de los nueve territorios nacionales que quedaban, creándose entre 1951 y 1955 ocho provincias: Chubut, Eva Perón (actual La Pampa), Formosa, Misiones, Patagonia, Presidente Perón (actual Chaco) y Río Negro. Cabe aclarar que en 1956 se disolvió la conformación de la Provincia de la Patagonia, creándose en reemplazo la provincia de Santa Cruz y el territorio nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (provincializado finalmente en 1985).

El sexto ítem de este primer capítulo es el referido a la ampliación de derechos electorales: el establecimiento del voto femenino para todas las mujeres a partir de los 18 años de edad, así como la concesión del voto a los suboficiales del Ejército, la Armada, y de la Policía, así como los de resguardos de aduanas.

El Capítulo II del tomo relativo a la Gobernación del Estado era el referido a la Salud Pública. Esto fue sin duda alguna un punto clave del Plan Quinquenal, ya que no existía un sistema de salud pública centralizado. En esa línea, Perón creó en 1946 la Secretaría de Salud, que sería elevada a rango ministerial tras la reforma constitucional de 1949, con el doctor Ramón Carrillo como figura emblemática en su conducción. El objetivo principal era el descrito en el art. 2 inc. A del Proyecto de Ley dedicado a este tema: “Organizar el gobierno de la salubridad general e higiene pública de la Nación.”, llevando a cabo en paralelo una enorme cantidad de Obras Públicas (más de 360 al final del segundo mandato de Perón, según el archivo del Hospital Neuropsiquiátrico Borda de la Ciudad de Buenos Aires) que también estaban contenidas en el proyecto de ley de “Construcción, Habilitación y Funcionamiento de los Servicios.”, financiándose el Plan de Salud Pública mediante la creación de un Fondo Nacional de Salud y Asistencia Social.

El Capítulo III de la sección “Gobernación del Estado” es el referido a la Educación, con dos proyectos de ley principales: el referido a las bases para las enseñanzas primaria, secundaria y técnica, y el referido a la enseñanza universitaria. En el primer proyecto, un hecho para destacar fue la creación del Consejo Nacional de Educación que se dividiría en tres secciones: 1) De enseñanza primaria; 2) De enseñanza secundaria y el 3) de enseñanza técnica. Este último ítem, sin dudas uno de los principales pilares de la Educación Justicialista, contemplaba la creación de tres tipos de escuelas: las Escuelas Técnicas de Capacitación, las Escuelas Técnicas de Perfeccionamiento, y las Escuelas de Especialización denominadas Escuelas técnicas superiores. Otro aspecto muy importante era que se establecía la cooperación entre grandes empresas y Estado a fin de otorgar becas para la enseñanza técnica en sus tres grados. En cuanto a la educación universitaria, se destaca la creación del Estatuto Universitario. Vale aclarar que uno de los grandes hitos de la Obra Justicialista en materia universitaria, la Universidad Obrera Nacional (Hoy Universidad Tecnológica Nacional), fue incluido en el Segundo Plan Quinquenal a pesar de que la ley que la crea es de 1948.

El Capítulo IV, referido a la Cultura, destaca que “el Poder Ejecutivo se propone enaltecerla y elevar en todo momento el nivel cultural del pueblo argentino, basándolo en las dos formas fundamentales mediante las cuales un país le acumula y perfecciona: la cultura adquirida por tradición, cuyos principios se remontan a orígenes más nobles de la cultura europea, transmitida por los conquistadores e influida por elementos autóctonos, y la cultura del tipo universal adquirida en los diversos centros de enseñanza.” Se criticaba la falta de visión de conjunto y de organización en cuanto a las instituciones de la Cultura desperdigadas por el país, generadas por la falta de un plan en este ámbito de la vida en sociedad. Se señala, entre otros aspectos, que “El Estado fomentará, además de hacerlo en forma docente, el conocimiento con carácter general del origen y desarrollo de la historia patria, remontándola a la conjunción de elementos civilizadores que en ella intervinieron y enaltecerá la figura de los hombres más prominentes de antes y después de la conquista cuyas virtudes étnicas heredaron nuestras generaciones.”, contemplando la multiculturalidad que compone a nuestra sociedad.

En cuanto a la Justicia, el Capítulo V contempla una serie de reformas a la Justicia Federal, la Extensión del Fuero del Trabajo a la Jurisdicción Federal, la Regulación de las Funciones Notariales de los Escribanos, y una Reforma del Fuero Contencioso Administrativo. De todos estos hechos, sin dudas para los peronistas el más importante es la creación del Fuero Nacional del Trabajo unificado. Cabe recordar que el fuero del trabajo existía desde el año 1944 mediante el decreto ley 32.347/44, pero sólo tenía jurisdicción en la Capital Federal y los Territorios Nacionales. Mediante este proyecto de ley se creaban no sólo Juzgados Nacionales de Primera Instancia, sino también las Salas de Justicia del Trabajo en las Cámaras Federales correspondientes a cada provincia, significando la existencia de una instancia de apelación para los conflictos laborales (en un claro beneficio para los trabajadores y el Movimiento Obrero en su conjunto).

El capítulo VI abarca la Política Exterior, centrada en un Proyecto de Ley  de Organización del Servicio Exterior de la Nación. Entre otros tópicos, organizaba a los funcionarios del Servicio Exterior en el siguiente escalafón:

a) Embajadores extraordinarios y plenipotenciarios;

b) Enviados extraordinarios y ministros plenipotenciarios de primera clase;

c) Enviados extraordinarios y ministros plenipotenciarios de segunda clase;

d) Consejeros de primera clase y cónsules generales de primera clase;

e) Consejeros de segunda clase y cónsules generales de segunda clase;

f) Secretarios de primera clase y cónsules de primera clase;

g) Secretarios de segunda clase y cónsules de segunda clase;

h) Secretarios de tercera clase y cónsules de tercera clase:

i) Agregados y vicecónsules.

Esta medida significó la unificación del Cuerpo Diplomático con el Cuerpo Consular, que a criterio de Perón había “contribuido a dificultar la labor en el exterior, debido a la unilateralidad, excesiva, a veces, del funcionario dedicado a una u otra actividad”.

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– Con el objetivo de “Defender la Soberanía y el patrimonio nacional”, el plan para el área de Defensa englobaba a tres esferas: el Ejército, la Marina y la Aeronáutica. A nivel Macro, se preveía la creación del Fondo Nacional para la Defensa (previa aprobación del Congreso) a fin de garantizar el financiamiento de los planes de equipamiento y modernización para las fuerzas armadas. Es para destacar también, en una muestra clara de la visión estratégica del General Perón, la inclusión en esta sección de un plan de estímulo al poblamiento y explotación de los recursos naturales de la Patagonia, ya que a su criterio esta región se encontraba “expuesta a ataques de un enemigo extra continental desde ambos océanos”, también considerándola “un objetivo de atracción para el enemigo que quiera echar bases en el continente”.

En lo concerniente al ejército, además de su modernización, el Plan Quinquenal preveía la construcción de liceos militares en Mendoza, Bahía Blanca, Tucumán y Paraná, contando también con un sistema de becas otorgadas por examen de selección (en base al poder adquisitivo de cada aspirante a fin de favorecer a los que menos tienen). Para la Dirección General de Fabricaciones Generales, se buscó conformar sociedades mixtas para la instalación de plantas industriales a fin de obtener y elaborar materias primas y fabricación de aluminio y automotores.

Para la Marina, se preveía la adquisición de nuevas naves, de especial importancia para Perón ya que la II Guerra Mundial había evidenciado avances técnicos que dejaban a nuestros barcos obsoletos. A su vez, se especificaba la compra de nuevos aviones de patrullaje marítimo para el cuerpo de Defensa de Costas. Otro aspecto importantísimo en este ámbito era la preparación de un proyecto de ley a fin de que la reciente Dirección Nacional de la Marina Mercante pueda cumplir sus funciones, entre ellas la adquisición de buques para engrosar la flota de la Marina Mercante. Cabe mencionar que durante el primer gobierno de Perón, la capacidad de transporte de cargas de la Marina Mercante aumentó de 575.400 a 866.700 toneladas.

Finalmente, para la Aeronáutica, el Plan Quinquenal hace hincapié en la producción aeronáutica nacional como objetivo fundamental, estimulando la instalación de plantas industriales a fin de producir todos los materiales e insumos relativos a este tipo de industria. Vale destacar, entre otros logros en este aspecto, la construcción en la Fábrica Militar de Aviones del avión Pulqui II, cuya propulsión a reacción y disposición de alas en flecha lo hacía una absoluta novedad para la época. La presentación en sociedad fue realizada el 8 de febrero de 1951 con la presencia de Juan Domingo Perón.

– Finalmente, la tercera área del Primer Plan Quinquenal es la Referida a la Economía. El área se divide en seis capítulos: Problemas Demográficos, Obra Social, Energía, Trabajos Públicos y Transportes, Producción, Comercio y lo relativo a temas de Hacienda.

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Ante la existencia de un claro problema demográfico en cuanto a concentración y falta de poblamiento en otras áreas, el I Plan Quinquenal preveía incentivar la nupcialidad y la natalidad, direccionándola mediante un programa de inmigración y poblamiento de terrenos privados o fiscales en zonas con baja densidad demográfica, así como también una reforma a la Ley de Arrendamiento. Algunos puntos interesantes del programa de poblamiento fueron el parcelamiento de terrenos fiscales, vendiendo los terrenos resultantes en cuotas con un 3% de interés y 1% de amortización, así como una línea de créditos del Banco de la Nación para vivienda y explotación de tierras. Además de asesoramiento técnico, se preveía la promoción de cooperativas de producción, comercialización y e industrialización.

El capítulo referido a la Obra Social se dividía en cuatro áreas. El área del Trabajo preveía, entre otras cosas, un proyecto de ley para el accionariado obrero, esto significaba la posibilidad de que los trabajadores pudieran tener acceso a una porción o totalidad del paquete accionario de una compañía.

En materia de Previsión Social, se preveía en un Proyecto de Ley la creación de un seguro social que cubriría accidentes de trabajo, o fallecimiento. También se cubriría por enfermedad a la población por debajo de un nivel de ingresos a considerar por la reglamentación, siendo las prestaciones de salud no solo curativas sino también preventivas, reeducativas y readaptadoras. Además, se crearía una cobertura para la desocupación forzosa, y un sistema de aseguramiento de riesgos del trabajo a cargo del Estado.

En materia de Vivienda, el Capítulo dedicado en el Plan Quinquenal contemplaba un Proyecto de Ley dedicado a la construcción de viviendas a cargo de la Administración Nacional de Viviendas en terrenos fiscales, cobrándose a su vez un impuesto especial a los terrenos baldíos en la jurisdicción de la Capital Federal del 50% de su valor fiscal y un 50% de recargo en la contribución territorial y en los impuestos municipales. Todo ese fondeo sería destinado a la construcción de viviendas. El resultado de todas estas acciones fue la construcción de nada menos que alrededor de 500.000 viviendas nuevas, tanto mediante acción directa del Estado para sectores populares como a través de créditos del Banco Hipotecario de la Nación para sectores con mayor capacidad de ahorro.

El Capítulo dedicado a Energía preveía en un proyecto de ley la creación de la Dirección Nacional de la Energía bajo la órbita de la Secretaría de Industria y Comercio, a fin de tomar las riendas de un sector tan estratégico. A su vez, el art. 5º del proyecto de ley referido a la temática preveía la creación de la Dirección Nacional de Gas del Estado; la Dirección General del Agua y de la Energía Eléctrica; la Dirección General de Combustibles Vegetales y Derivados y la Dirección General de Combustibles Sólidos Minerales. Cabe aclarar que Yacimientos Petrolíferos Fiscales también quedaría bajo la órbita de la Dirección Nacional de la Energía. Se creaba también un Fondo Nacional de la Energía con el objetivo de estudiar y ejecutar las obras tendientes al racional aprovechamiento de las fuentes perecederas de energía y su reposición por otras permanentes. Todas estas acciones se enmarcaban en el Plan Nacional de la Energía para el quinquenio 1947 – 1951. En un paso precedente a la estatización de todos los servicios públicos, se declaraba de Jurisdicción Nacional y bajo contralor de la Dirección Nacional de Energíala producción, transmisión, la distribución y la venta de energía eléctrica o gas en la Capital Federal y territorios nacionales; también se establecía el mismo marco legal para zonas de interconexión o de servicios subvencionados por la Nación a cualquier otra jurisdicción. También bajo Jurisdicción Nacional queda la exploración y explotación de yacimientos de hidrocarburos líquidos o gaseosos y de combustibles sólidos minerales contemplados en el Plan Nacional de la Energía. También, entre otros hechos, se otorgó un programa de subsidios para la provisión de servicios públicos en colonias rurales. Un hito en el marco de este Plan fue, sin dudas, la construcción finalizada en diciembre de 1949 del gasoducto Buenos Aires – Comodoro Rivadavia que significó una traza de más de 1600 km, una de las más grandes del mundo en su tiempo.

Trabajos Públicos y Transportes, el cuarto capítulo del área económica, fue un aspecto clave. Si bien contemplaba la construcción de caminos, vías ferroviarias, vías de transporte fluvial, elevadores de granos, ampliación del Servicio de la Flota Fluvial, la finalización en 1949 de la construcción del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, etc., la principal acción de Gobierno en esta materia fue la Estatización de los Ferrocarriles y áreas aledañas ejecutada el 1 de marzo de 1948.

En materia de Producción, se contemplaban aspectos como los procesos de Producción Primaria e Industrialización, un Proyecto de Ley para la pesca y la caza marítima, uno para la Protección Forestal, la Creación del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias, y un proyecto de fomento a la Industria Nacional. Mediante la ejecución de medidas tales como permisos de importación, regulación del tipo de cambio, otorgamiento de subsidios a la producción y financiamiento, el objetivo de este capítulo era impulsar la producción en áreas estratégicas de la industria a fin de lograr una mayor soberanía e independencia económica, así como también reducir el desempleo de manera abrupta. El siguiente cuadro muestra en qué sectores el Plan Justicialista quería hacer hincapié:

 

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En otro aspecto interesante, el Proyecto de Ley referido a la actividad pesquera buscaba incrementar el personal argentino en los barcos de bandera nacional que ejerciesen la actividad: un 25% como mínimo desde la vigencia de la ley, un 50% de la embarcación a los cinco años, y un mínimo del 75% a los diez años.

En línea con lo expuesto en el capítulo referido a Producción, el sexto capítulo refiere al Comercio Exterior. Sus dos líneas principales comprendían un Proyecto de Ley modificando la Ley de Aduanas para otorgar al Estado mayores herramientas en el control del comercio exterior, y un Proyecto de Ley de creación del Cuerpo Técnico de Aduanas, el Cuerpo Auxiliar Administrativo y la Policía Aduanera. El mismo, entre otras cosas, creaba una Escuela Especial de Aduanas bajo la órbita del Ministerio de Hacienda a fin de capacitar de forma óptima al personal encargado de las tareas respectivas a la administración del comercio exterior. Es para destacar también el rol que jugaría en esta área el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (organismo existente desde mayo de 1946), bajo la Órbita del entonces Presidente del Banco Central Miguel Miranda, cuyo principal objetivo era centralizar el intercambio comercial a fin de poder redistribuir fondos de rentas extraordinarias a áreas estratégicas de la economía.

Finalmente, el séptimo capítulo del área económica era el relativo a temas de Hacienda, que contenía las líneas generales para la creación de un nuevo régimen tributario, así como lo referido al Presupuesto a emplear por el Gobierno Nacional.

Habiendo visto las principales ideas y proyectos contenidos en el I Plan Quinquenal, con orgullo podemos decir que sin dudas la magnitud y minucioso diseño lo hace quizá una de las planificaciones gubernamentales más importantes que hayan existido bajo nuestro cielo. Es por ello que desde el Instituto GESTAR creemos que tal obra debe ser recordada y exhibida como una pieza fundamental de nuestra historia.

Fuente: Instituto Gestar