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Juan Domingo Perón nació en Lobos (Provincia de Buenos Aires) el 8 de octubre de 1895. Fue hijo de Mario Tomás Perón, pequeño productor agrícola-ganadero, y de Juana Sosa. En 1911, ingresó al Colegio Militar de la Nación, situado en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires, y egresó en 1913 con el grado de subteniente del arma de Infantería.

El General Juan Domingo Perón fue electo Presidente de la República Argentina en 1946, 1951 y 1973. En todos los casos llegó a tan alto cargo por medio de elecciones democráticas. La vida política de Perón tiene, por ello, dos excepcionalidades en América Latina: llegar tres veces a la Presidencia de la Nación y, aun siendo militar, las tres veces mediante el voto popular. Fue fundador y jefe político del Movimiento Justicialista que aún hoy, continúa siendo la fuerza política mayoritaria de la República Argentina (Partido Justicialista).

La carrera militar y política de Juan D. Perón tiene una especificidad histórica inédita para la Argentina: su actuación dará lugar a un movimiento organizado de masas (el llamado peronismo) que tendrá la característica de erigirse como referente central del reclamo obrero en nuestra sociedad. Esa particular formación histórica se constituyó así como identidad política histórica de los trabajadores.

En 1944 el general Edelmiro Farrell desplazó de la presidencia al general Pedro Ramírez y nombró al Coronel Perón Ministro de Guerra primero y Vicepresidente cinco meses. Algunos sectores militares vieron con preocupación la creciente influencia del Coronel. Perón fue obligado a renunciar a principios de octubre y detenido y trasladado a la Isla Martín García. El 17 de octubre de 1945 miles de trabajadores provenientes del cordón industrial del Gran Buenos Aires ocuparon la Plaza de Mayo decididos a no moverse hasta que Perón apareciera en los balcones de la Casa Rosada. Por la noche finalmente el Coronel pudo estrenar su saludo con los brazos en alto. Perón se había impuesto y ya ocupaba un lugar destacado en la política nacional.

La historia personal de Perón entrama múltiples significados. Pues ese 17 de octubre se inauguraba tanto una identidad como una forma de comunicarse entre el “pueblo” y el Estado. En efecto, si en Argentina tiene sentido referirse a los trabajadores o al movimiento obrero, incluso al pueblo trabajador, como sujetos de acción, es porque ha existido un lenguaje que les ha conferido significado en tanto tales. El peronismo fue decisivo en la aparición y formación de la clase trabajadora argentina moderna. El apoyo que los trabajadores dieron a Perón no se fundó exclusivamente en su experiencia de clase en las fábricas. Fue también, y fundamentalmente, una adhesión de índole política. A partir de entonces, en el repertorio «clásico» de lucha laboral tendrá una importancia crucial la plaza pública como punto de constitución de la clase trabajadora.

El atractivo político fundamental del peronismo fue su capacidad para redefinir la noción de ciudadanía existente en el lenguaje político de la época extendiendo su incumbencia desde el campo de los derechos civiles y políticos hacia el campo de lo social. El llamado político que el peronismo dirige a los trabajadores se funda en el reconocimiento de la clase trabajadora como fuerza social. A la hora de pensar la emergencia del sujeto político popular con la crisis del año 2001, por ejemplo, las referencias a aquel 17 de octubre de 1945 deben ser obligatorias, pues las formas de protesta laboral en nuestro país remiten a ese antecedente fundante, aunque su carácter excede con creces el de protesta laboral, invitándonos a pensar en términos de un gran movimiento social histórico.

Fuente: Universidad Nacional de José C. Paz