La vida cotidiana de Río Cuarto fue cortada de cuajo el 16 de septiembre de 1987. La ciudad ya no será la misma después de esa fatídica mañana, cuando un grupo aún indefinido de delincuentes perpetró un baño de sangre inédito en la crónica roja del país: La Masacre del Banco Popular Financiero.
Ese día -hace 37 años-, en la sucursal Boulevard Roca del Banco Popular Financiero de Río Cuarto, siete trabajadores bancarios eran brutalmente fusilados con un revólver Orbea calibre 38 Special, descargado por dos veces consecutivas hasta acribillarlos con una docena de disparos para llevarse el magro botín de 36.000 australes.
El atraco y múltiple homicidio se cobró las vidas de Jorge Garay, José Rubén Bianco, Ángel Angelini, Alejandro Angel Muzzio, Víctor Meynet y Ricardo Ferreira.
El por entonces gerente de la entidad bancaria, Roberto Vicente Denner, fue el único sobreviviente de la matanza. Falleció de causas naturales el 1º de agosto de 2013, 26 años después del ataque criminal.
El caso estuvo rodeado de sospechas sobre la participación de importantes personajes vinculados con el poder político y económico de Río Cuarto. Al momento del asalto y múltiple homicidio, el Banco Popular Financiero (BPF) era la entidad financiera privada más importante del sur de la provincia de Córdoba.
La Masacre del Banco Popular Financiero fue una infamia vestida de uniforme que enlutó la clase trabajadora del sur cordobés por un puñado de australes y que aún conserva múltiples preguntas sin respuesta, lo que alimenta la inquietante sensación de que, otra vez, salió airosa la impunidad del poder.
Fuente: La Tinta