El 23 de septiembre de 1973, la fórmula integrada por Juan Domingo Perón y María Estela Martínez, se impuso de manera abrumadora en unas elecciones presidenciales convocadas tras la renuncia de Héctor Cámpora.
El recuento de los votos de las elecciones del domingo 23 de septiembre de 1973 puso en negro sobre blanco un triunfo tan previsible como abrumador: Juan Domingo Perón era elegido presidente de la Argentina por tercera vez, el único en la historia del país, con el 62% de los votos y una ventaja de casi cuatro millones y medio de votos sobre su principal rival, el radical Ricardo Balbín.
El resultado marcaba el hito más alto de un año vertiginoso en el que, el 25 de mayo, los argentinos habían recuperado la democracia con las primeras elecciones sin proscriptos en más de veinte años, el líder justicialista había regresado definitivamente al país después de dieciocho años de exilio, el presidente y el vice electos en los primeros comicios renunciaron a sus cargos para permitir la realización de una nueva elección con la candidatura de Perón.
La del 23 de septiembre fue una jornada tranquila, con altísima participación ciudadana en los comicios, casi una tregua en el convulsionado clima político que vivía el país. También, aunque muchos no lo sabían, la participación de Juan Domingo Perón encerraba una decisión personal del líder que iba más allá de lo político: sabía que, dado su estado de salud, el esfuerzo y las tensiones de esa tercera presidencia a la que había aspirado probablemente le costara la vida.
Con la fecha de los comicios fijada para el domingo 23 de septiembre, el peronismo decidió finalmente su fórmula el 4 de agosto, durante el Congreso Nacional del Partido Justicialista, reunido en el Teatro Cervantes, donde proclamó por aclamación la fórmula presidencial Juan Perón-Isabel Perón.
Fuente: Infobae