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Junio 25

La tecnología digital, la inteligencia artificial, están transformando los servicios financieros, revolucionando los sistemas e instrumentos de pago, ahorro, préstamo e inversión y los agentes que los proporcionan. El neoliberalismo financiero acelera la introducción de las monedas digitales, para transformar el núcleo de las finanzas: el dinero.

La pandemia ha potenciado ese proceso y la demanda de servicios financieros en línea. El peligro de contagio llevó a privilegiar el uso de plataformas comerciales y de medios de pago que no fueran efectivo.

Las nuevas tecnologías posibilitaron la incorporación por primera vez de millones de personas, que a través de ellas pudieron acceder a los pagos y la asistencia brindada por el Estado. Pero, demasiadas veces, esas tecnologías NO son instrumentadas teniendo en cuenta el bien común, el desarrollo económico con justicia social, o, en sentido amplio garantías de seguridad como debiera ser y reclamamos.

En este contexto y en el caso de la actividad financiera los riesgos para la sociedad y el país se potencianSon muchos, los fraudes, robos y hackeos, el uso indebido de datos que afectan a las personas en nuestro país y en el mundo.

Desde los propios organismos financieros internacionales, se advierte que el sistema financiero mundial se irá haciendo más vulnerable conforme se profundice la revolución digital. Muchas de las amenazas apuntan a sustraer dinero, pero también están en aumento los ataques disruptivos y destructivos; además, quienes aprenden roban o estafan también se familiarizan con las redes y operaciones del sistema financiero, para lanzar ataques más disruptivos o destructivos en el futuro (o para vender lo aprehendido a otros).

La organización del trabajo, las condiciones laborales en la actividad financiera cambian notoriamente y los abusos patronales crecen. La tecnología no redunda en beneficio de los trabajadores que han posibilitado su desarrollo. En el “laboratorio” de la pandemia, los Bancos Privados:

  • especulan con los resultados del teletrabajo desde nuestras casas, trasladando sus costos a los trabajadores, dan órdenes fuera de la jornada laboral, invaden nuestra privacidad, de diversa manera, y es cierto el riesgo que sin nuestro conocimiento estén desarrollando métodos de evaluación basados en algoritmos o sistemas de inteligencia digital que pueden condicionar nuestra estabilidad extremo que aclaramos violenta la legislación laboral;
  •  reducen la estructura física tanto en áreas centrales como en las redes de sucursales, incorporando cada vez más terminales automáticas, con la constitución de las grandes bases de datos automatizan tareas, por ejemplo el análisis de riesgo como la asignación del crédito, incrementan las tercerizaciones para eludir regulaciones y desconocer las condiciones laborales de nuestro convenio colectivo, mientras se desplazan más trabajadores con experiencia en las entidades;
  • muchas veces NO proveen formación/capacitación suficiente a las bancarias y bancarios desplazados de sus funciones habituales, acorde a la reconversión financiera en curso, e imponen retiros con el argumento de “no te queda otra”;
  • migran operaciones y negocios fuera de las entidades bancarias,  con renovado impulso –facilitado por la Circular A 5983 del Banco Central– hacia las empresas “tecno-financieras” –como por ejemplo las Fintech, o las desarrolladoras de Apis– que la inmensa mayoría de las veces están integradas en los grupos financieros que encabezan los bancos, o conformadas con el concurso de más de sus capitales.

    Este proceso se suma a la traslación muy anterior de operaciones y negocios hacia las administradoras de tarjetas de crédito y otros medios de pago, agencias complementarias, transportadoras de caudales, compañías financieras y otras como las prestadoras de servicios de maestranza y seguridad.

    Más abajo la Resolución completa.

    La Comisión estuvo presidida por Eduardo Berrozpe, e integrada por Patricia Rinaldi, Mariel Iglesias, Alejandra Estoup, Claudio Nazario, Gustavo Buffa, Mauro Fantini, Diego Benito, Andrea Montelirio, Marina Mai, José Oliva, Karina Vilte, José Campanella, Raúl Muñoz, Roberto Godoy, Víctor Bazani, Ricardo Rodas, Rubén Moisello, Juan Pérez, María Trettel, Daniel Latucca y Maximiliano Horn.

DESPACHO COMISION BANCA PRIVADA XLVIIIº CONGRESO ORDINARIO CON AGREGADOS_definitivo