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Día del Trabajador, históricamente un día de lucha en nuestro país y en el mundo. Al igual que el año pasado lo conmemoramos sufriendo el Covid-19.

Una pandemia que profundiza las consecuencias de un esquema económico y productivo centrado en un egoísmo cruel, en el saqueo de la naturaleza, con formas de producción que depredan el medio ambiente. Con un patrón que se centra en la valorización no productiva del capital, en la financiarización de la economía. En beneficio de muy pocos, que encuentran siempre oportunidad para el negocio en la desgracia de miles de millones de personas. Así es durante las guerras y así es en la catástrofe que sufrimos.

Dijimos en nuestro saludo del año 2020: creemos que para superar esta situación extrema, el camino es la Solidaridad.

Los muy pocos niegan esa Solidaridad. Con sus hechos nos dicen que deben acumular riqueza, cueste lo que cueste, por cualquier medio. En el mundo y en nuestro país.

Ahí está el escándalo de mercantilización y la negación de la vacuna. Las incompetencias de la mercantilización de la asistencia a la salud y las medicinas. La especulación, con el precio exorbitante de los alimentos. Con el precio de la tierra y la vivienda. De la energía. De las comunicaciones. No importa cuántos quedan en el camino, «desconectados», sin educación, o excluidos de una vida digna.

Es desde ahí que quieren llevar al sistema de salud, en nuestro país, al colapso, al extremo de naturalizar la crueldad de decidir a quiénes se les da atención hospitalaria o no, por un cálculo de probabilidades de vida. Un riesgo que evitamos en 2020 debido a las acertadas decisiones del Gobierno Nacional.

Desde la lógica de un similar egoísmo nos dicen a bancarias y bancarios “hay que crear valor”, mientras con la misma tecnología que se desarrolló con nuestro trabajo, reducen y proyectan reducir más puestos laborales, seguir ganando, con cada vez menos atención humana, con servicios que no son accesibles para toda la sociedad. Nos dicen “cobrás un buen sueldo”; muchos se preguntan ¿por cuánto tiempo más?

Es así, lo principal es “crear valor”; no ofrecer mejores servicios y crédito para una economía sustentable. Por eso reclamamos, hasta el cansancio, una imprescindible reforma del sistema financiero; pocos nos escuchan. Sigue predominando una perversa lógica rentística.

En nuestro país, limitado por la destrucción de la economía y el endeudamiento de 2015-19 generados por la lógica irracional que señalamos, millones de trabajadores se preguntan cuál es su futuro laboral, en tanto miles de empresas pequeñas y medianas –el sector que ofrece más empleo– se interrogan sobre como terminarán.

Frente a ese egoísmo, en la emergencia resalta el esfuerzo de trabajadoras y trabajadores de las más diversas actividades que garantizan producción y servicios imprescindibles. Entre ellos estamos los bancarios. Destaca, sobre todo, el sufrido empeño por sobrevivir de millones de argentinos empobrecidos.

Contrasta con la negativa obscena de los multimillonarios evasores de impuestos que resisten un necesario tributo ante la emergencia. Es decir, niegan una elemental solidaridad.

Al decir estas realidades no predicamos resignación. Al contrario, decimos que resulta imprescindible superar con cada vez más Solidaridad la crisis que atravesamos. En primer lugar en el Movimiento Sindical superando divisiones y mezquindades. En ello estamos comprometidos.  Estamos dispuestos. Sabemos que, con los recursos de nuestro país, con la participación de las trabajadoras y trabajadores, es posible encontrar una salida.

Con esa convicción, nuestro fraternal y afectuoso abrazo, a todas y todos, compañeras y compañeros, en este nuestro día.

Buenos Aires, 30 de abril de 2021

SECRETARIADO GENERAL NACIONAL DE LA ASOCIACIÓN BANCARIA

HOY, SOLIDARIDAD TAMBIÉN ES CUIDARTE PARA CUIDAR AL OTRO

mayo primero 2021