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El 15 de mayo nuestro Secretario General Sergio Palazzo y Presidente de UNI Américas Finanzas inició la primera reunión tripartita sobre el impacto de la digitalización en el sistema financiero.

Luego de agradecer la presencia a los invitados expresó su satisfacción por “hacer una recopilación, informe, análisis en esta reunión tripartita respecto al impacto de la digitalización dentro del sistema y celebrar ese gran trabajo que habían hecho con respecto a fintech que nos ha servido a todos como parámetro de las nuevas formas. Hoy tenemos un sistema financiero amenazado en su forma tradicional de funcionar, trabajar y generar empleo de trabajadores y trabajadoras que nosotros representamos”.

Expresó su preocupación sobre la forma de comunicarnos con nuestros representados… “Hoy está más condicionado por la inmediatez de las redes, está más condicionado por la inmediatez de la información rápida que muchas veces suele ser falsa y otras interesadamente falsa para perjudicar a alguien”.

Lo acompañaron Carlos Irrera, Secretario General Adjunto; Alejandra Estoup, Secretaria General Seccional Buenos Aires, Miembro del Consejo Directivo Mundial y Comité de Mujeres de Américas; Patricia Rinaldi, Sergio Garzón Torres y Xavier Lambruschini.

Se conformó la Coordinadora Permanente de Digitalización Financiera que está compuesta por los tres sindicatos financieros grandes de América Latina y también a nivel mundial, que son la Asociación Bancaria de Argentina, CONTRAF CUT De Brasil y AEBU de Uruguay.

Desde que Palazzo asumió hace 6 años la presidencia de UNI Américas Finanzas, tres años antes de la pandemia, encomendó la tarea de ir trabajando sobre los procesos de digitalización del sistema financiero. A nivel regional se están conformando observatorios sindicales sobre el impacto de la digitalización en el sistema financiero en Chile, Costa Rica, Perú, Colombia y un observatorio digital en el que participan sindicatos de América.

El martes 16 se llevó a cabo en el Salón Malvinas Argentinas el Conversatorio “Impacto de la digitalización en el sistema financiero” con la participación de Natalia Otero, Aníbal Peluffo y Pablo Andrade de ADEBU y Rafael Zanon de CONTRAF CUT-DIESSE.

La apertura estaba a cargo de Sergio Palazzo, sin embargo por un  tema de agenda su intervención tuvo lugar posteriormente y Alejandra Estoup fue la encargada de iniciar el conversatorio.

Señaló que “el proceso de digitalización se aceleró con la pandemia y tuvo un avance exponencial en países donde aún no se había consolidado la tecnología”.

Afirmó que en Argentina se plantearon los modelos de atención y servicios al cliente, modificando los procesos de atención presencial por digitales. “Este nuevo modelo de atención digital apunta por un lado a mantener menos gastos en la estructura, en los contratos con disminución de personal y con la reconversión de sucursales en digitales en algunos casos o en el cierre directamente. Y en la estructura funcional pérdida o disminución de la idoneidad profesional y de la carrera bancaria”.

Afirmó que hoy las fintechs que prestan servicios digitales “ocupan un lugar relevante en el sistema financiero mundial y en Argentina. Y afecta a la organización del trabajo bancario”.

“Las fintechs, como lo venimos sosteniendo, es un eslabón más de la actividad bancaria financiera. Se definen como empresas que ofrecen soluciones tecnológicas para mejorar, personalizar y automatizar la entrega y uso de servicios financieros”.

“Si bien la tecnología está transformando el sistema financiero tradicional el sindicalismo financiero lucha para que estos avances tecnológicos también se traduzcan en avances de derechos laborales, única solución para tener inclusión social con perspectiva de género”, concluyó.

A su turno Sergio Palazzo, luego de dar la bienvenida a los compañeros de Brasil y Uruguay, hizo referencia a lo que significa el impacto de la tecnología, la digitalización y la inteligencia artificial en el mundo del trabajo y particularmente en nuestro sector. “Entendemos que es un tema para abordar porque tiene serias consecuencias sobre el empleo, sobre la calidad del empleo del que lo tiene y sobre la calidad del empleo que se genera a través de estas nuevas formas. Vemos con preocupación cómo se ve el mundo del trabajo en el mundo financiero”.

Lo podríamos clasificar en tres modalidades el impacto que esto tiene: “1) la digitalización, 2) las mutaciones y nuevas modalidades del sistema financiero, hacia dónde va y cómo va y 3) que tiene que ver con la inteligencia artificial para abarcarlo desde el punto de vista técnico. Y un cuarto eje que tiene que ver con la decisión, con definiciones mucho más políticas y de pujas de poder que tiene esta irrupción de la tecnología, la digitalización y la inteligencia artificial sobre el mundo del trabajo”.

Expresó que la digitalización no es otra cosa que la acumulación de datos para a través de esos datos “ordenar de un modo distinto, se suprimen los legajos y los instrumentos físicos”. Es decir que mucho de los trabajos que se realizaban manualmente empiezan a tener una pérdida de puestos de trabajo en función de que los legajos y esa información acumulada están disponibles para todos en red.

El segundo impacto es hacia dónde va el sistema financiero y como va mutando. “Ahí está el efecto más grande, porque hay un vacío, contra la tecnología uno no puede hacer nada, lo que tiene que hacer es buscar una intervención la organización sindical en la administración de esos recursos tecnológicos, que sirvan para mejorar la calidad de vida, para generar empleo y no para perderlo”, señaló.

Las mutaciones que va teniendo la tecnología en el sistema financiero son preocupantes, porque hay vacíos en materia de regulación, de formas de prevenciones, inclusive lavado de dinero. Según el Banco Mundial el 40% de los activos financieros están fuera de los circuitos de regulación, a través de los diversos mecanismos que implican un mayor riesgo. “Esas fintechs, generalmente, tienen beneficios impositivos, pagan menos impuestos, algunos no los pagan o tienen sistema de promoción para ayudar a lo que disfrazado de industria del conocimiento termina siendo un efecto perjudicial en el empleo”, observó.

Continuó su exposición observando que dentro de ese esquema operan las bigtech, como Mercado Libre, o como Amazon, Google, Microsoft, Apple, entre otras que condicionan los mercados, los gobiernos. “Luego que arrasan con los pequeños jugadores del sistema, absorben y concentran, ponen a los trabajadores en un plano sin derechos. Además de las aplicaciones la irrupción de las criptomonedas. Esto nos va generando pérdida de empleo sistemática y permanente”.

Después aparece la inteligencia artificial que basada en incorporación de datos que proporcionó la digitalización viene a resolver problemas. Acá está el punto de inflexión entre esta revolución  industrial que es la cuarta, la cibernética, la de la robótica y la inteligencia artificial con el resto de las revoluciones industriales conocidas anteriormente. La primera, particularmente, la del motor a vapor, la de los procesos continuos de la industrialización, la de los procesos de sembradío y recogimiento de productos en el sector agrícola, todas tenían una función, “ampliar el nivel de productividad a partir de la implementación de la tecnología. Por eso se pueden perder empleo por la automatización. Así fue que a partir de la revolución industrial se pasó a trabajar 8 hs. en vez de 14”, subrayó.

Resaltó que el uso de la inteligencia artificial va a ser un gran debate. Ya está instalada y requiere un Estado presente que la regule. “El proceso de acumulación de conocimiento va demasiado rápido para ser reemplazado, de manera que es imperiosa la regulación”.

Palazzo afirmó que se debe dar la discusión si queremos una sociedad al servicio de la tecnología. No hay mercado para todos los productos que se ofrecen y se estima que en los próximos años se van a perder el 40% de los puestos de trabajo.

Aseveró que “uno de los puntos centrales que tiene que trabajar el sector sindical en este momento de impacto tecnológico es acrecentar la formación de sus representados”.

“Tenemos una obligación como movimiento sindical, primero, acrecentar los esfuerzos en la formación profesional de ese activo que hoy tenemos que son nuestros compañeros que durante años han venido desarrollando una tarea”.

Otro punto a abordar es la reducción de la jornada de trabajo. Se hace imperiosa. La jornada de 48 hs existe en muy pocos países. “Se debe discutir sobre la base de mantener el salario porque el principio de productividad lo hemos superado. Lo que tiene que hacer el capital es distribuir de un modo distinto, mejor, la renta que le ocasionó ese incremento de la productividad”, afirmó.

Propuso “que los premios fiscales que suelen dar los países no tengan que ver solo con esto de fomentar industrias nuevas a partir de determinadas actividades, sino aquellas que tienen que ver con trabajo digno, productivo y actividades que generen empleo”.

También “que se declare trabajo esencial al trabajo humano en las empresas. El impacto de la tecnología logró algo muy difícil de reparar, es la brecha de conocimiento entre las distintas generaciones”.

Indicó que es necesario trabajar sobre el fraude informático. 700% creció en la Argentina a partir de la irrupción violenta de la tecnología en la pandemia.

Para concluir expresó que ”es imprescindible discutir de política. Todo esto se resuelve si la política va de la mano de los sectores populares y de los trabajadores”.